Beijing, China.- Para el experto en comunicación, escritor y periodista Juan Carlos Espinal, “los medios de comunicación nunca serán un contra poder del Estado, pues su función social es generar conocimiento a partir de los hechos”.
Juan Carlos, desde Beijin, China, donde participa en el seminario de Ejecutivos de Medios del Caribe, sostiene que el Estado y la sociedad tienen derecho a estar bien informado, “por tanto es un deber ciudadano defender el interés de las víctimas y dignidad”
A su decir “la constitución de la republica ampara el derecho a la intimidad y de la privacidad, Protege los derechos fundamentales de los individuos”.
Sostiene que mentir para dañar reputaciones, manipular en los medios de comunicación con alevosía, distorsionar el sentido social público, y se constituye en un crimen.
Sentencia que “cuando la razón se enfrenta al abuso de poder ya sea público o privado existe la sanción moral como garantía de ley en los tribunales”.
Juan Carlos Espinal es categórico al afirmar que el fusilamiento moral, el acoso contra la libertad de expresión, el uso indiscriminado de los medios contra otros, es delito de opinión.
“El periodismo corporativo mantiene su interés en los derechos de la empresa privada cuyo fin último es el mercado de la publicidad”, explica.
En sus reflexiones, en el marco del seminario de Ejecutivos de Medios del Caribe en la ciudad de Beijing, China, es incisivo al sostener que “la concentración d los medios obliga a revisar las leyes sobre los derechos fundamentales y su regulación en tanto interés ética es público”.
Para él, La manipulación, la ausencia de ética, la visión corporativista, la superficialidad del manejo en la opinión publica es síntoma de caos.
En su análisis, Juan Carlos Espinal, observa que los medios de comunicación comunitarios contribuyen al pluralismo mediático, la diversidad de contenidos y la representación de los distintos grupos e intereses de la sociedad, siendo una muestra palpable de que” los medios deben estar al servicio del desarrollo de las mayorías”.
Sus reflexiones apuntan a describir, tienen como propósito desnudar las características actuales y reales de los medios a nivel global, analizar las implicaciones en los sistemas democráticos y el fortalecimiento de la cultura cívica.
Porque como bien explica el experto en comunicación y escritor, la estructura de los grandes medios se encuentra basada en el modelo de mercados, donde el fin último son las ganancias económicas y la ley de la oferta y la demanda mueve las tendencias en cuanto a contenido, variedad de programación y producción, así como importación y exportación de productos mediáticos.
Es cortante y certero en su juicio, al afirmar que, si bien antes el profesional del periodismo producía bajo la influencia del poder Estatal, ahora se adecua a las políticas comerciales e institucionales que la empresa en la que labora le exige, ya sea en favor de un grupo comercial o de un círculo político.
